La ilusión se convirtió rápido en desesperación, en frustración y después, pasó al enojo. Alrededor de mil personas se dieron cita en una de las plazas comerciales en el centro de Cancún, en donde les dijeron que Ronaldinho, el astro brasileño y exjugador del Barcelona, tendría una firma de autógrafos previa al partido amistoso en el estadio Andrés Quintana Roo. Pero no todas salieron con la ansiada firma.
El brasileño no estuvo en en la mesa de los autógrafos más de 20 minutos divididas en dos intervenciones y no firmó a más de 100 personas. Por eso vino el descontento.
Este era el tercer evento de Ronaldinho en la ciudad dentro de las actividades de su gira de despedida por México. En este no cobraron a diferencia de los otros dos en los que por poco más de 2 mil pesos, la gente pudo convivir con él en una fiesta (el lunes 9 de diciembre) o verlo jugar en la playa (el martes 10 de diciembre). Por eso es que hubo personas que se firmaron desde las 8 de la mañana para tratar de ser de las primeras, lo que les sirvió de poco.
Justificado por la conductora del evento, “ya saben cómo son los artistas (deportistas)… Ronaldinho llegó al lugar con más de una hora de retrasó. Cuando arribó, primero atendió a algunos niños con discapacidad de la fundación por la que se supone jugará el amistoso en Cancún. Hasta ahí todo iba normal.
Después se presentó ante todos. Saludo sonriente y agradeció a la gente que estaba en el lugar… Y comenzó con la firma, pero a los 9 minutos terminó y se metió al local comercial que se convirtió en su guarida. Algunos de los presentes protestaron, otros, los que estaban más atrás en la fila, no sabían lo que sucedía. Ante la presión, los organizadores hicieron que Ronaldinho regresará, peor solamente a firmar a otras 20 perdonas, de las apuntadas en una lista, en teoría, con los nombres de quienes llegaron primero.
Pero eso fue muy rápido y entonces sí, Ronaldinho se retiró del lugar, lo que provocó que la gente se abalanzara hacia el pasillo por dónde saldría el brasileño, lo que provocó algunos empujones y temor, sobre todo por los niños que se encontraban en el lugar. Algunos pequeños lloraban de decepción, otros por los apretujones de la gente que corrió hacia el estacionamiento en desorden y con la esperanza de alcanzar a su ídolo, lo que no sucedió.
Así terminó el evento mas no los reclamos: “Fraude, fraude… Nos engañaron”, gritaba la gente.
El otro conductor del evento quiso arreglar las cosas, “nadie los engañó, se les dijo que firmaría aunque nunca dijimos cuánto (tiempo o personas)”. Algunos otros encararon a gente de seguridad, quienes les pedían calma y que esperarán a la firma de autógrafos de otros exfutbolistas como Adrián Chávez, Miguel España o Ricardo Osorio. “A esos no los queremos”, respondieron, “queríamos a Ronaldinho, es una mam…”.
Con información de El Imparcial.