Valentine Penrose, la surrealista oculta

Virginia Woolf la temía y ella misma se declaraba «una bruja». Paul Éluard había alabado «la vida fugitiva con elementos mortales de su poesía». La poeta Alejandra Pizarnik, fascinada por su prosa magnífica y por su estudio histórico minucioso y exhaustivo de la Hungría convulsa del siglo XVI, le dedicaría también una obra a aquella «condesa sangrienta», una de las más crueles asesinas en serie de la historia, Erzsébet Báthory.

Estamos hablando de la poeta, narradora y autora de «collages» Valentine Penrose (Las Landas, Francia 1898-East Sussex, Inglaterra 1978). Durante años, Valentine Penrose, una de las grandes figuras del surrealismo francés de los años 20-30, permaneció oculta. Unas veces debido al fuerte protagonismo masculino del movimiento; otras, por su papel de apéndice o musa y a la vez esposa del poeta, fotógrafo y pintor Robert Penrose, introductor del Movimiento Surrealista en Inglaterra.

Artista de fascinante personalidad y obra magnífica, escamoteada a menudo por la historia, Valentine Penrose es recuperada a través de dos excelentes ediciones de la misma editorial, Wunderkammer. Por un lado, la publicación por primera vez de su obra reunida ( «La surrealista oculta»), que incluye tanto poemas como dos pequeñas obras en prosa y un ensayo dedicado al pintor Tàpies. El prólogo estupendo y muy ilustrativo sobre su figura singular, fuera de toda norma, se debe a la editora y escritora Elisabet Riera. La magnífica traducción ha corrido a cargo de Marie-Christine del Castillo-Valero, que ha sabido verter la fabulosa riqueza de todas las variantes de Penrose a lo largo de las épocas y ha aportado numerosas y muy eruditas notas que ilustran tanto sus poemas como su génesis, sus momentos vitales y la relación con sus contemporáneos.

Primera esposa de Roland Penrose (que luego se casaría con la fotógrafa Lee Miller) y amiga de Picasso, Max Ernst, Buñuel…, de ella se recupera ahora también su gran clásico, que fascinó en su día a Bataille y no pocos escritores, cineastas y ensayistas: su novela o maravillosa recreación historiográfica «La condesa sangrienta» (1962). Una tenebrosa y misteriosa figura femenina de los Cárpatos, la condesa húngara Erzsébet Báthory, que bajo la apariencia de un vampiro humano cometería las más bárbaras atrocidades, asesinando y torturando a más de 600 doncellas para mantenerse eternamente joven.

Enajenación furiosa

Una figura que no solo inspiraría a Valentine Penrose sino que también sería evocada en un relato del escritor y aristócrata de la Galitzia austrohúngara, Leopold von Sacher-Masoch. La locura, esa oscura y negra enajenación furiosa estaría también presente en el poema «La loca de los Sargazos» que Valentine Penrose le dedica a Jean Rhys, la novelista británica de «Ancho mar de los Saragazos». Otro poema estaría dedicado al Gilles de Rais, de nuevo un «aristócrata sangriento», juzgado y ahorcado en el siglo XV, cuyos crímenes e infanticidios inspiraron la historia de Perrault de «Barba Azul». Fervoroso cristiano, J-K. Huysmans -citado por Del Castillo-Valero- diría de él en su obra «»Allá abajo: «Del misticismo exaltado al satanismo exasperado solo media un paso».

Con información de ABC.

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