Obras de Bach, Brahms y Mozart, en el concierto virtual de la Orquesta Sinfónica Nacional

Con un programa que incluye la obra de tres grandes compositores: Bach, Brahms y Mozart, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, ofrecerá concierto virtual el viernes 12 de junio a las 20:00 horas, a través de la plataforma Contigo en la distancia.

La joven violinista Shari Mason, concertino de la OSN, y Vadim Gluzman, virtuoso violinista invitado, llevarán a cabo la interpretación del Concierto para dos violines y cuerdas en Re menor, BWV 1043 de Johann Sebastián Bach (1685-1750), acompañados por la agrupación musical del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). Complementan el programa el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op. 77 de Brahms y la Sinfonía No. 41 en Do mayor, K. 551, Júpiter de Mozart.

Este concierto se presentó en vivo el viernes 4 y domingo 6 de mayo de 2018 y fue dedicado al violinista polaco Henryk Szeryng quien durante la Segunda Guerra Mundial emigró a América Latina y se estableció en la Ciudad de México en 1943. Henryk Szeryng, músico, diplomático, pedagogo y filántropo, falleció repentinamente durante una gira por Alemania. El programa de su última actuación fue el mismo de su primer concierto 55 años antes: el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, opus 77 de Brahms.

La unidad de los dos violines

En 1717, el príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen contrató a Bach como Kapellmeister (maestro de capilla). Durante su estancia en esta ciudad, Bach compuso sus principales obras orquestales, gracias a que el príncipe era un apasionado de la música orquestal y mantenía en su Corte un sólido conjunto de 18 músicos. Bach escribió entonces el Concierto para dos violines BWV 1043. Como referencia al vasto catálogo del compositor alemán, vale la pena mencionar que en él existe un Concierto para dos claves BWV 1062, en Do menor, que es una transcripción del propio Bach sobre su Concierto para dos violines.

Con sus tres movimientos Vivace, Largo ma non tanto y Allegro, en este concierto el diálogo no se establece, como pudiera pensarse, entre los dos solistas, sino entre ellos como unidad y la orquesta.

La maestría de Johannes Brahms

Bach fue para el Barroco lo que Brahms para el Romanticismo. El concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op. 77 de Brahms (1833-1897) es el mejor ejemplo de colaboración entre el compositor y el ejecutante, escrito para y con el gran violinista Joseph Joachim (1831-1907), quien años más tarde se convertiría en su amigo personal y musical. El Concierto para violín fue escrito por Brahms durante 1878 en el pequeño pueblo de Pörtschach, a orillas del lago Wörth. En parte debido a la maestría de Brahms y en parte a la calidad de Joachim como intérprete, el concierto resultó un reto musical de primera magnitud, sobre todo por las limitaciones técnicas de los violinistas de aquella época.

Al respecto, el pianista y director de orquesta Hans von Bülow comentó en una ocasión que mientras Max Bruch (1838-1920) componía conciertos para violín, Brahms componía conciertos contra el violín. El Concierto para violín y orquesta de Brahms fue estrenado el día de Año Nuevo de 1879 en Leipzig, con la famosa Orquesta de la Gewandhaus. El solista fue Joachim y al frente de la orquesta estuvo el propio Brahms.

Júpiter, obra fundamental del repertorio sinfónico

La Sinfonía No. 41 en Do mayor, K. 551, Júpiter de Mozart será parte del banquete musical. Como ocurre con numerosas obras musicales, el nombre de Júpiter con el que hoy se conoce a esta sinfonía mozartiana no le fue dado por el compositor, sino por otra persona. En este caso, la historia registra que el nombre se debe al empresario Johann Peter Salomon, el mismo que promovió las exitosas visitas de Franz Joseph Haydn (1732-1809) a Londres. Ésta fue la última sinfonía que compuso Mozart y es considerada, hasta nuestros días, una de las obras maestras indiscutibles del repertorio sinfónico.

Acerca de la participación de la violinista Shari Mason, concertino de las orquestas Sinfónica Nacional y Sinfónica de Minería, es considerada una de las intérpretes mexicanas más destacadas de su generación. Colegas y críticos suelen elogiar de sus ejecuciones la determinación, madurez, solidez técnica y profundo conocimiento con el que se acerca a cada obra.

Paralela a su actividad orquestal, participa como músico de cámara. Estudió en las escuelas Vida y Movimiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli y Nacional de Música de la UNAM con Natalia Gvozdestskaya. En Bloomington acudió a la Jacobs School of Music de la Universidad de Indiana, con Henryk Kowalski. En 2012, con motivo del centenario del natalicio de José Pablo Moncayo participó en la grabación de su integral de cámara para violín.

Vadim Gluzman, violinista invitado de origen israelí, ha actuado con orquestas de renombre, como la Filarmónica de Londres, Sinfónica de Chicago, Filarmónica de Israel, las sinfónicas de San Francisco, Cincinnati, Detroit, Houston, Vancouver y Seattle, la real Orquesta Nacional Escocesa, la Sinfónica Alemana de Berlín, la Orquesta de Minnesota, las filarmónicas de Munich, Dresde y Checa, la Orquesta de la Radio de Stuttgart, las orquestas de la NHK y la KBS, entre muchas otras.

El instrumento actual de Vadim Gluzman es un violín Stradivari ex – Leopold Auer de 1690, que tiene a préstamo indefinido gracias a la Sociedad Stradivari de Chicago.

Con información de Secretaría de Cultura.

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