El cineasta Guillermo del Toro inauguró en su tierra natal, Guadalajara, su exposición “En casa con mis monstruos”, la cual considera es el resultado de un viaje hacia un gabinete de curiosidades.
“En el pasado cuando la gente no viajaba mucho creaba un gabinete de curiosidades, trataba de encapsular al mundo para que la gente en su cercanía lo disfrutara; había peces, rostros, ejemplares de la flora y la fauna”, destacó.
Para Del Toro, el resultado de presentar la exposición en Guadalajara se debió al trabajo bien hecho anteriormente.
“Lo primero de esta exposición, que es muy importante decirlo, es que quise que fuera en Guadalajara. Para mi es la suma de todo lo que se hizo bien en las exposiciones que estuvo, en los Ángeles, en Minneapolis, en Toronto”, dijo el cineasta mexicano durante la inauguración
En charla con los medios de comunicación luego de un recorrido por la muestra que estará en el Museo de las Artes (MUSA), del 1 de junio al 27 de octubre, destacó que la idea es que los visitantes se llenen de un placer artístico y si inspira a 10 chavos a crear “valió la pena”.
Afirmó que es la última vez que presentará esta muestra en el mundo y fue en su tierra natal por el valor sentimental que tiene Guadalajara en su vida, así como el bello y emblemático edificio que alberga el MUSA, lugar indiscutiblemente significativo considerando que pasó su infancia a unas cuadras de este sitio en casa de su abuela.
Del Toro dio a conocer que posterior a la muestra “En casa con mis monstruos”, la colección se dividirá porque pretende donarla a diferentes recintos de los que luego informará, con la condición de que sus objetos sean mostrados de manera permanente para que sigan vivos.
Cuestionado sobre el valor que le da a las piezas y objetos que integran su colección, relató que cuando le preguntan cuál es la más importante para él, contesta que “la llave” de su casa porque es donde se resguardan. Sin embargo aclaró que lo más valioso es la memoria.
Recordó que cuando ocurrió el incendio en las cercanías de su casa en Los Ángeles, California, dijo que volvió al segundo día a recoger sus diarios y dos fotografías de su infancia porque “lo bonito del coleccionismo es precisamente lo efímero”.
Subrayó que la primera pieza que coleccionó fue su primer juguete y su primer hombre lobo debido a que la idea es mantener un diálogo con tu propia biografía, es decir un objeto que atesoré a los 15 años, cómo lo veo a los 50.
Reiteró que su propósito es la continuidad, no de su vida, sino de cómo suceden las cosas, la identidad de la creación, que las memorias no se pierdan, como comúnmente sucede en México, sexenio tras sexenio.
Con respecto a la exposición, dijo que está organizada temáticamente desde la infancia a la muerte, no es un anecdotario de sus películas sino que se trata de una identidad narrativa que habla de una síntesis de la pasión por los cómics de El Santo, de pintores mexicanos, escritores del mundo, de todo lo que considera un diálogo sin filtro.
Con información de Forbes.