Mijail Baryshnikov, el bailarín perfecto
Mijail Baryshnikov, considerado por muchos el mejor bailarín del siglo XX, nació un 27 de enero de 1948 en Letonia, hijo de un militar ruso y de una costurera, comenzó a bailar a los nueve años; tras el suicidio de su madre, emigró a Leningrado en 1966.
Salió de la URSS a mediados de la década de los 70 y pidió asilo en Canadá, donde se integró al Ballet Nacional de ese país, posteriormente se trasladó a Nueva York y entró en el American Ballet Theatre como bailarín principal. Allí participó en numerosos ballets del repertorio clásico como Cascanueces, La bella durmiente, El lago de los cisnes y Don Quijote.
Como bailarín de formación clásica destacaba por su brillante técnica, su calidad interpretativa y sus famosos y asombrosos saltos que le convirtieron en una gran estrella.
Ganador de múltiples premios, en la década de los 90 tomó la decisión de abandonar el ballet, que cambió por la danza moderna al fundar White Oak Dance Project, una compañía de giras que fundó junto con Mark Morris y de la que fue director artístico desde 1990 hasta 2002.
Actualmente Baryshnikov sigue siendo un bailarían activo y dirige el Baryshnikov Arts Center que en este 2021 ofrece una serie de espectáculos digitales.
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