Los mexicanos que radican en Estados Unidos podrán emitir el voto electrónico en la elección federal de 2021 y en los seis estados donde se elegirá gobernador, prevé el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Enrique Andrade.
Durante el segundo y último día de la novena edición del Foro de la Democracia Latinoamericana, celebrado en el Palacio de Minería en la capital del país, el consejero Andrade, detalló que en cuanto la máxima autoridad electoral implemente el voto electrónico, al menos un millón de connacionales en la Unión Americana podrán participar en los comicios dentro de tres años en la elección federal, en la que se elegirá por primera vez dos diputados migrantes, uno en la Ciudad de México y otro en el Jalisco, conforme a la Constitución estatal.
Sin embargo, reconoció que hasta el momento se enfrentan al debate de cómo generar confianza en la sociedad sobre este proceso. “No es un tema menor, es un gran reto, estamos haciendo, digámoslo, lo correspondiente para poderlo hacer una realidad”, indicó.
En este espacio participaron también Jordi Barrat, Doctor en Derecho por la Universidad de León, España; Peter Wolf, con maestría en ingeniería de informática de la Universidad Tecnológica de Graz, Austria; Joseph Thompson, abogado y profesor de la Universidad de Costa Rica, especializado en Derecho Internacional, y Michael Svetlik, Vicepresidente de Programas para la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) de Estados Unidos.
Thompson y Svetlik coincidieron en que se ha probado que las tecnologías electrónicas son vulnerables a manipulaciones de seguridad por lo que hay democracias europeas que han decidido quedarse o regresarse a los enfoques tradicionales del voto en papel.
En tanto, Barrat expuso tres aspectos básicos a considerar en el uso de la urna electrónica: la utilización del voto electrónico y el uso del voto por internet por parte de los partidos políticos para la toma de decisiones a su vida interna; la definición de voto electrónico, con relación a las fase del mecanismo en la emisión del voto con identificación, biometría, emisión del voto y transmisión de resultados; así como la auditoría, certificación y transparencia que implica la certificación mediante empresas independientes y de prestigio internacional.
Con información de La Jornada.