En los últimos ocho meses, el Sistema Arrecifal Mesoamericano ha perdido la misma cantidad de corales que lo que se había perdido en 40 años, debido a la enfermedad bautizada como “síndrome blanco”, aunque su nombre científico y causas todavía son desconocidos.
A principios de verano, investigadores y grupos de monitores del arrecife de Quintana Roo empezaron a notar señales preocupantes: numerosos corales se estaban enfermando y muriendo muy rápidamente.
El “síndrome blanco” puede matar colonias enteras de corales, cuya formación tardó cientos de años, en cuestión de semanas, explica Melina Soto, de la organización Healthy Reefs for Healthy People.
“Ya ha avanzando en los 400 kilómetros que tenemos de costa en Quintana Roo. Es una catástrofe, estamos perdiendo nuestros corales, hemos registrado ya la pérdida del 30 por ciento de nuestras especies de coral, que ya de por sí era bajo”, dijo la especialista.
Esta enfermedad fue detectada a finales de 2014 en las costas de Florida y fue hasta 2018 que alcanzó a los arrecifes de las costas mexicanas; se atribuye principalmente al estrés ambiental que tienen los corales por la contaminación en el agua.
Otra de las hipótesis está asociada al arribo masivo de sargazo a las costas del Caribe Mexicano, pues si bien aún no hay un estudio que así lo demuestre, los investigadores han observado que algunas de las áreas más afectadas por el sargazo son también de las más afectadas por el síndrome blanco.
En entrevista, María del Carmen García, directora del Parque Arrecifal de Puerto Morelos, sostuvo que la sombra que provoca el sargazo a los corales y la descarga de nutrientes en el agua (ácido sulfhídrico) provocan una situación de estrés a estos ecosistemas y los vuelve más vulnerables a enfermedades.
Desde la epidemia fue detectada, investigadores de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Healthy Reefs for Healthy People, el Centro Regional de Investigación Pesquera en Puerto Morelos y la UNAM han aplicado antibióticos en las colonias afectadas para evitar que se siga extendiendo, pero no se han obtenido los resultados positivos.
El medicamento que actualmente se aplica a los corales fue recomendado por biólogos de la Universidad de Florida, donde han tenido buenos resultados, sin embargo, es necesario adaptarlo a las condiciones del Caribe Mexicano.
El agente o virus que provoca esta enfermedad aún no ha sido detectado. Científicos de varios países están estudiando muestras de tejido para tratar de identificar patógenos potenciales, según informó el grupo de investigadores.
Tanto Melina Soto como María del Carmen García refieren que los arrecifes de Quintana Roo brindan numerosos beneficios a la zona, pues además de representar un atractivo turístico que genera millones de dólares en en la región, los corales protegen la costa de los fuertes oleajes de tormentas y huracanes y son el hogar de numerosas especies de interés comercial.
Con información de Aristegui Noticias.