Refrendo el compromiso de no fallar. Nunca jamás claudicaré. Antes muerto que traidor, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador al rendir un informe sobre sus primeros 100 días de gobierno, en el que subrayó que la Presidencia de la República no tiene partido ni privilegia a dirigentes o representantes de sindicatos, organizaciones sociales o grupos de intereses creados.
Ante empresarios, integrantes de su gabinete, la mayoría de los gobernadores, entre otros, López Obrador reconoció que en los hechos la población del país se encuentra en estado de indefensión, porque sólo se ha logrado contener la incidencia delictiva, pero no reducirla significativamente como lo deseamos, y admitió que prácticamente se mantiene el mismo número de homicidios y robo de vehículos del año pasado.
Desde el patio central –donde más de la mitad de las 600 sillas destinadas para invitados fueron ocupadas por elementos castrenses y algunos trabajadores del recinto–, reiteró el apoyo y lealtad de las fuerzas armadas, y subrayó la aprobación de la Guardia Nacional, a la que se sumarán 220 mil elementos del Ejército, 40 mil de la Marina, más 10 mil efectivos de la Policía Federal, para operar en 266 coordinaciones en todo el país.
En la presentación de su informe, destacó la presencia de Carlos Slim, presidente vitalicio de Grupo Carso; también, como integrantes de su consejo asesor empresarial, el presidente de Grupo Elektra, Ricardo Salinas Pliego; de Banorte, Carlos Hank González, y Daniel Chávez, fundador de Grupo Vidanta.
Además estuvieron Alfredo Harp Helú y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, pero no acudieron Roberto Hernández, Alberto Bailléres, Emilio Azcárraga ni otros integrantes del Consejo Mexicano de Negocios.
También estuvieron los presidentes de los institutos Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, y de Transparencia, Francisco Javier Acuña. Llegaron por lo menos 24 gobernadores, y por los partidos, los dirigentes de Morena, Yeidckol Polevnsky, y Hugo Éric Flores, de Encuentro Social; del Legislativo, los líderes de las fracciones morenistas, Mario Delgado y Ricardo Monreal.
López Obrador llegó acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez, y a la ceremonia se sumaron tres de sus cuatro hijos: José Ramón, Andrés y Gonzalo. En el templete estuvieron el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea; la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como los presidentes de las mesas directivas del Congreso, Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres.
Desde ahí, resaltó que su relación con el gobierno de Donald Trump ha sido cordial, no se usa el lenguaje acusatorio o ríspido, sino la diplomacia y la comunicación permanentes y ratificó que no está a favor del uso de la fuerza para contener la migración, sino que apuesta por un acuerdo de cooperación para el desarrollo con Estados Unidos, con una inversión de al menos 2 mil 500 millones de dólares en Centroamérica y 4 mil 800 millones de dólares en proyectos productivos en México, sobre todo en el sur sureste.
En su mensaje de una hora con 15 minutos –que le valió aplausos en 23 ocasiones– destacó en materia de derechos humanos que su gobierno está decidido a cumplir el compromiso de averiguar el paradero de los jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa, con la constitución de una comisión de la verdad. Deseo con toda mi alma que pronto se obtengan resultados.
Con información de La Jornada.