Se utiliza en las cocinas de casi todos los países en salsas, sopas, pescados y mariscos, carnes y vinagretas.
Este bulbo es uno de los condimentos más comunes de la cocina mexicana; ha sido muy apreciado, pues a su aroma se le han atribuido propiedades curativas.
Sí, el ajo combate: la diabetes, baja la tensión arterial y regulariza el nivel de colesterol. Además, es antibiótico, antiséptico, regulador de la flora intestinal, purgante, estimulante, y regulador de las glándulas endocrinas.
También el ajo contiene antioxidantes que sostienen los mecanismos de protección de cuerpo contra la oxidación, así nos protege contra el daño celular y el envejecimiento, por tanto, puede disminuir el riesgo de sufrir Alzheimer y demencia.
Al ajo siempre se le ha relacionado con la magia, desde la Edad Media los ajos han sido utilizados para proteger de hechizos, maleficios, brujerías, males de ojo, para realizar limpias y rituales.
Si lo anterior resultara poco, el ajo también tiene usos alternativos, por ejemplo:
Repelente de insectos: olvídate de usar insecticidas químicos, para mantener alejados a las moscas, mosquitos, arañas y hormigas sólo tienes que mezclar unos dientes de ajo machacados con agua y jabón, luego coloca el líquido en una botella con rociador y aplica en las zonas donde hayas visto insectos.
Repara cristales: por si no sabías el jugo de ajo es un adhesivo natural, así que puedes usarlo para rellenar las grietas de un vidrio, sólo tienes que machacar un diente de ajo, frota el jugo en las grietas y limpia el exceso. En cuanto seque notarás la diferencia.
Elimina el pie de atleta: para eliminar los hongos de los pies, sumérgelos en un poco de agua caliente con ajo finamente picado para que libere sus propiedades con mayor facilidad. Deja tus pies bajo el agua por 30 minutos y seca perfectamente.
En 2017 la producción de ajo en México supero las 89 mil toneladas.
El ajo, un vegetal alimenticio, curativo y mágico ¡pruébalo!
Con información de Sader.