Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, sufre como ninguna otra ciudad de Latinoamérica la fuerza destructora de coronavirus.
Hospitales y cementerios colapsaron cuando aún falta lo peor.
“No hay espacio ni para vivos ni para muertos”, dice su alcaldesa Cynthia Viteri. En una entrevista realizada desde Quito, esta abogada de 54 años, que superó el contagio del nuevo coronavirus, está al frente de la peor emergencia que haya enfrentado este puerto de 2.7 millones de habitantes.
Fue como si estallara “una bomba”, sostiene Viteri. Guayaquil concentra el 71 por ciento de los casos detectados, incluidos 369 muertos, desde el 29 de febrero. Y las autoridades esperan en las próximas semanas hasta 3 mil 500 muertes en la provincia de Guayas, de la que esta ciudad es capital.
Con información de Quadratín.