Con seis días de anticipación, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió bajar este viernes su tasa de interés interbancaria de 7.0% a 6.50%, es decir, una reducción de 50 puntos base, entre otras medidas orientadas a proveer liquidez y mejorar el funcionamiento de los mercados financieros nacionales.
Su decisión de política monetaria estaba prevista para el próximo 26 de marzo.
En un comunicado, Banxico justificó la medida ante la compleja situación económica y financiera global derivada de la rápida propagación del Covid-19 que ha afectado severamente las perspectivas de crecimiento de la economía mundial y ha conducido a un deterioro importante en las condiciones financieras globales, subrayó.
Adicionalmente, dijo, se ha registrado una marcada disminución en los precios de las materias primas, especialmente del petróleo.
“Todo lo anterior ha llevado a diversos bancos centrales de economías avanzadas y emergentes a reducir sus tasas de interés, en algunos casos de manera anticipada. Al mismo tiempo, se han implementado otras medidas fiscales y monetarias extraordinarias para atenuar los efectos de la caída esperada en la demanda interna y externa, así como para garantizar el buen funcionamiento de los mercados financieros”, explicó.
Aunado a ello, prosiguió, en las últimas semanas la moneda nacional se depreció de forma importante, las tasas de interés de valores gubernamentales aumentaron de manera significativa en todos sus plazos y las primas de riesgo se incrementaron considerablemente.
Previsiones, afectadas
Las circunstancias descritas, reiteró, afectan las previsiones sobre el crecimiento y la inflación para la economía nacional en el horizonte en el que opera la política monetaria.
“En particular, las afectaciones sobre la actividad económica que se derivarían de la pandemia, en un contexto de una mayor debilidad de la economía global, conducen a un deterioro de las perspectivas de crecimiento. Por ello, se anticipa que las condiciones de holgura se amplíen aún más de lo previsto, con un balance de riesgos considerablemente sesgado a la baja”, sostuvo.
En cuanto a la inflación, dijo que la ampliación que presentaría la brecha negativa del producto, aunada a la disminución en los precios internacionales de los energéticos, podrían implicar presiones a la baja sobre este indicador.
No obstante, acotó que ello podría verse contrarrestado por las presiones al alza que podría tener la depreciación del tipo de cambio sobre los precios.
“Así, si bien se estima que se mantenga la tendencia de la inflación hacia la meta del Banco de México en el horizonte en que opera la política monetaria, esta podría ser más lenta y presenta riesgos importantes, tanto a la baja como al alza”, destacó.
En este contexto, reconoció que la incertidumbre sobre el balance de riesgos para la inflación se ha acentuado.
Por todo lo anterior, aclaró que la Junta de Gobierno determinó por mayoría reducir en 50 puntos base el objetivo para la tasa de Interés interbancaria a un día a un nivel de 6.5%.
“Perseverar en fortalecer los fundamentos macroeconómicos y adoptar las acciones necesarias, tanto en el ámbito monetario como fiscal, contribuirá a un mejor ajuste de los mercados financieros nacionales y de la economía en su conjunto”, finalizó.
Con información de Proceso.