Los precios de los bienes y servicios en México registraron una tasa anual de 4.37 por ciento en enero, el menor nivel desde diciembre de 2016 y por debajo de lo esperado por analistas. La desaceleración en la inflación obedeció a una reducción en los energéticos, pese al desabasto de gasolina que se registró en algunas regiones del país.
“De noviembre de 2018 a enero, la inflación disminuyó de 4.72 a 4.37 por ciento (…), reflejando menores incrementos en los precios de los energéticos”, informó el Banco de México en su anuncio de política monetaria.
Ello implica que el gobierno de Andrés López Obrador empezó con el pie derecho en materia de precios.
De acuerdo con el INEGI, en el primer mes del año, la inflación registró un aumento de 0.09 por ciento frente al mes anterior.
Así, el mayor efecto se observó en la segunda quincena de enero, en la cual la inflación arrojó una variación de apenas 0.01 por ciento, la menor de la última década para un periodo similar.
Los precios de los energéticos bajaron 1.47 por ciento en enero, respecto a diciembre, con lo cual hilaron dos meses a la baja. A su interior, las gasolinas magna y premium también sumaron dos meses en retroceso.
De acuerdo con Banco BX+, la inflación se favoreció también por la reducción del IVA e ISR en el norte, pues ciudades como Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez y Matamoros registraron una reducción en precios. Sin embargo, este efecto será de única vez, por lo que se considera como temporal.
“Si bien la disminución del IVA determinó en buena medida el positivo resultado de la inflación, debe tenerse en cuenta que este efecto es de carácter transitorio y que el balance de riesgos continúa con sesgo al alza”, comentó Alejandro Zepeda, analista de Scotiabank.
“Los resultados para la inflación en enero ofrecieron cierto respiro. Hacia delante esperamos que se siga dando un declive gradual”, especificó Sergio Luna, analista de Citibanamex.
Con información de Heraldo de México.