Para acabar con las injusticias laborales y la desigualdad económica, el Pleno del Senado de la República aprobó exhortar a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a los Poderes Ejecutivos de las 32 entidades federativas, a que garanticen el pago de salario igual a trabajo igual entre hombres y mujeres, basado en factores objetivos y medibles.
Fue con base en una propuesta con punto de acuerdo de urgente y obvia resolución, planteada por senadoras de diversos Grupos Parlamentarios para eliminar la brecha salarial de género, cuya incorporación al orden del día fue aprobado por la Asamblea en votación económica.
La proposición fue presentada en tribuna por la senadora Vanessa Rubio Márquez, del PRI, a nombre de las senadoras Patricia Mercado, de MC; Alejandra Lagunes Soto Ruiz, del PVEM; Indira Kempis, de MC; Kenia López Rabadán, del PAN; Martha Lucía Micher Camarena, de Morena, Nancy de la Sierra Arámburo, del PT; Verónica Delgadillo García, de MC; y Claudia Ruiz Massieu, del PRI.
Argumentó que “hoy se ha hablado aquí de los derechos de las mujeres y de la urgencia de acabar con la violencia de género, también debemos acabar con la inequidad. La verdadera igualdad llegará hasta que todas y todos ejerzamos plenamente nuestros derechos políticos, económicos y sociales”.
Señaló que quizá una de las violencias más comunes e invisibles contra las mujeres, es la violencia económica. Esa que no reconoce el trabajo del hogar remunerado y no remunerado; la que tiene a millones de mujeres en trabajos precarios informales; la que paga en México 34 por ciento menos en promedio a las mujeres por trabajo igual.
Explicó que la brecha salarial de género es justamente la diferencia entre el salario de los hombres y las mujeres por el mismo trabajo. Se trata de una de las grandes barreras para la igualdad de género, junto con el reparto desigual del trabajo no remunerado que lo realizan las mujeres en 75 por ciento, y la violencia contra ellas en centros y ámbitos laborales.
A nivel mundial, dijo, la brecha salarial entre mujeres y hombres es de 20 por ciento y, según el Foro Económico Mundial, al paso que vamos tardaría 200 años en cerrarse.
Agregó que en México el trabajo no remunerado en 2018, representó 5.5 billones de pesos, que equivalen a 25 puntos del Producto Interno Bruto. La brecha salarial, solamente en el sector formal, es de 15 por ciento, y en el informal de casi 50 por ciento.
Abundó que tomando en cuenta que las dos terceras partes de las mujeres que trabajan en nuestro país, lo hace en el sector informal, la desigualdad se acentúa aún más, incluso de las que existen en países, como El Salvador, Guatemala u Honduras.
“Para acabar con las injusticias laborales y la desigualdad económica, mis compañeras senadoras y yo elaboramos el punto de acuerdo de urgente y obvia resolución, a fin de que se garantice en nuestro país el principio de igualdad de remuneración para el trabajo de igual valor en los términos establecidos por la Organización Mundial del Trabajo y de acuerdo a los mejores estándares internacionales”.
“También exhortamos a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a los Poderes Ejecutivos de las entidades federativas para que garanticen salario igual a trabajo igual, basado en factores objetivos y medibles”, expuso la senadora Vanessa Rubio Márquez.
La propuesta fue aprobada en votación económica en forma unánime por las y los senadores presentes y se ordenó su comunicación.
Con información de comunicación social del Senado de la República.