Más tardaron en ser detenidos que en lograr su libertad; riéndose de la sociedad, de los empresarios afectados y por supuesto de la Policía Municipal de Tulum porque aparentemente sus padrinos ( o su padrino en singular ) les dan suficiente impunidad.
Los tres sujetos que fueron detenidos la madrugada del día lunes en una acción que varias voces oficiosas calificaron como “el mayor golpe a la delincuencia organizada en Tulum” obtuvieron su libertad sin apenas trabajo para su abogado defensor que, para colmo, es uno de los más experimentados abogados de la ciudad, aunque todo su bagaje jurídico no fue necesario para sacar a los tres delincuentes de una pena que -en cualquier lugar donde la justicia fuera real- debió haberlos tenido por varios años en la cárcel. En Tulum fue distinto: ni siquiera alcanzaron a ser evaluados para un juicio y el juez determinó su liberación inmediata apenas al tenerlos en audiencia; sin ningún cargo dado el descuidado y desaseado modo de ponerlos a disposición por parte de la Policía Municipal y del Ministerio Público de Tulum.
Según varios policías consultados la situación que existe al interior de la Policía Municipal es absolutamente insostenible pues la mayor parte de los elementos carecen de formación y varios de los nuevos mandos incluso no tienen capacidad operativa pues han llegado de otro estado de la República o habían desempeñado únicamente labores de oficina.
Aunque la incapacidad de la policía, donde Incluso se conoce que menos de 10 uniformados tienen el permiso vigente de portación de armas de fuego de los más de 200 elementos (Aunque según algunos policías otros 10 con el permiso vigente están dedicados exclusivamente a la vigilancia de Víctor Mas Tah y su familia) ese no es el problema mayor, que sí lo es la voluntad manifiesta del mismo presidente municipal para otorgar impunidad a bandas de la delincuencia organizada que lo mismo perpetran asaltos a mano armada que violaciones robos en bares y restaurantes.
Según datos que pudimos confirmar dos de los sujetos pertenecen a una de las bandas criminales locales más peligrosas de la ciudad que operó como grupo de choque al servicio de la coalición electoral que finalmente llevó a Víctor Mas a la presidencia y tiene su centro de operaciones en la zona de invasiones denominada 2 de octubre; ahí donde el líder principal es señalado por la mayoría de pobladores como el actual Oficial Mayor del municipio.
Cabe recordar que apenas unos días atrás, el lunes 21 de enero, cuatro ladrones: 3 colombianos y una joven mujer argentina fueron capturados en una acción ciudadana infraganti y con pruebas luego de varios robos en al menos 4 distintos establecimientos y en una sola noche y obedeciendo a un precepto constitucional fueron entregados de inmediato a la policía con varias acusaciones de robo y con el testimonio de diferentes víctimas que incluso interpusieron 5 demandas penales en contra de esa banda de ladrones… Pero pese a todo ello una instrucción desde la propia Presidencia Municipal ordenó a la policía cambiar el motivo asentado de la detención desde el original delito de robo por el que ingresaron y tenían denuncias a solamente una falta administrativa anotada como “riña y desorden en la vía pública” con lo que aquella banda fue liberada apenas unas horas después… sin siquiera llegar al Ministerio Público.
Otro delito que mantiene alarmada a la población -sobre todo a las mujeres- es una ola de violaciones en las que han sido atacadas al menos 5 mujeres en lo que va de este año y la mayor indignación estriba en que los delitos se han cometido a menos de 200 metros de la comandancia general de la Policía Municipal sin que hasta el momento exista ningún detenido y aparentemente tampoco sospechosos. Por si fuera poco al único medio informativo que ha dado cobertura a esta ola de violaciones se le amagado desde la Fiscalía General del Estado con “meterle a la cárcel en caso de darle mayor difusión”.
La administración municipal de Víctor Mas Tah ha mostrado ser tan perniciosa como peligrosa pues mientras ensalza las fiestas raves en las que él es el principal empresario -y que constituyen el mayor mercado de drogas- también ha sido capaz de inventar y difundir en medios de comunicación con publicidad pagada un supuesto premio otorgado, según él, durante la Feria Internacional de Turismo en Madrid, España; “premio al destino turístico más sostenible en el mundo”, pero por completo inexistente ya que los propios organizadores de la FIT han salido a desmentir como completamente ajeno a esa feria.
En enero también las ejecuciones llevadas a cabo por el crimen organizado han triplicado su número con respecto al mismo mes del 2018 cuando únicamente ocurrió una muerte por asesinato, mientras que ahora 3 personas han sido privadas de la vida; una de ellas incluso con un narcomensaje. La cifra bien pudiera haber quedado en 5 ejecuciones pues otros dos sujetos se salvaron de milagro de otro ataque a balazos, apenas a unos metros de la más popular coctelería que frecuenta el turismo extranjero en la ciudad y a plena luz del día.
En los primeros días de la administración municipal que encabeza Victor Mas las obras públicas por otro lado se encuentran casi en abandono y avanzan a pasos lentísimos y con una calidad ínfima, tanto que la carretera costera -supuestamente reparada- no nota ninguna mejora y los baches Incluso se han multiplicado mientras que la primera obra que inició; el andador norte de la Avenida Tulum, prometido para terminarse a finales de noviembre, ha llegado febrero prácticamente no sólo sin haberse terminado sino con un atraso que pudiera llevarlo hasta marzo para su culminación y con un espesor promedio en el piso de 3 cm cuando el proyecto marca 12 cm.
Con la impunidad otorgada -una y otra vez prácticamente sin disimulo- a grupos de la delincuencia organizada, con la inseguridad desbordada y las obras en abandono -o con nula calidad- la administración municipal de Víctor Mas el único avance que ha mostrado es para situarse como la peor que haya existido en la corta historia del municipio de Tulum, que cumple apenas 10 años: muy pocos para tantos retrocesos.
Por Héctor Valdéz de Tulum en Red.