El presidente Andrés Manuel López Obrador se manifestó en favor de la liberación de Julián Assange, fundador de WikiLeaks, recluido en una prisión en Londres, y pidió que ya no se le torture. Al mismo tiempo, al referirse a temas internacionales, optó por no manifestar una posición ante el ataque aéreo de Estados Unidos en Irán, y la muerte del jefe militar en esa nación, porque nuestra Constitución prevé que México debe apegarse a los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos.
Del caso Assange sí fijó una clara y amplia opinión porque – adujo- no puede uno dar la espalda a los dolores de la humanidad ni aplicar la política del avestruz, de meter la cabeza en la arena sino expresarse.
“Sí expreso mi solidaridad y deseo que se le perdone y se le deje en libertad. No sé si él (Assange) ha reconocido que actuó en contra de normas y de un sistema político, pero en su momento estos cables (WikiLeaks) mostraron cómo funciona el sistema mundial en su naturaleza autoritaria”, dijo.
Un reportero planteó la situación de Assange y entregó al mandatario, durante la conferencia de prensa matutina, un ejemplar del libro “México en WikiLeaks WikiLeaks en La Jornada”.
“Son como secretos de Estado”, expresó el Presidente al referirse a la información conocida gracias a la investigación y difusión de la información (cables) a cargo del periodista, hoy preso en Londres.
“Ojalá se tenga consideración y se le libere y que no se le siga torturando”, expresó.
Aquí hay cables, añadió, que se dieron a conocer cuando nosotros estábamos en la oposición, que hablaban de nuestra lucha y puedo probar que son ciertos.
Es decir, puntualizó, que lo que aquí se expresa obedece a la realidad de ese entonces, de relaciones y actuaciones ilegales e ilegítimas, violatorias a la soberanía, contrarias a la democracia, a las libertades.
“Entonces, sí lo hago, sí manifiesto mi solidaridad, mi deseo de que se le perdone y que se considere de que al liberarlo, si el ofrece disculpa y se le libera va a ser una causa muy justa en favor de los derechos humanos del mundo.
“Es un acto de humildad de la autoridad que tenga que resolver sobre la libertad de este periodista, investigador que logró extraer estos cables que revelan información de lo que sucedía entre gobiernos y no todo de lo aquí manifestado era legal, la mayor parte de las cosas aquí expresadas eran violatorias de la soberanía, las libertades y de la democracia”.
Cuando el Presidente dijo que era necesario expresarse ante violación a los derechos humanos, se le preguntó si también fijaría una posición del tema Irán.
“No me meto en eso”, acotó, porque tiene que ver con política exterior.
“No puedo opinar sobre eso (…) Me la pones fácil – respondió al reportero- el artículo 89 de nuestra Constitución señala que en política exterior, México debe procurar defender los derechos humanos. Esto es lo que estoy haciendo. Y en ese mismo artículo se establece que en política exterior México debe apegarse a los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. Es lo que estoy haciendo”, dijo.
-En Irán los ciudadanos ya salieron a las calles a expresar…
-Sí, pero ya expliqué, nosotros no vamos a juzgar en estos casos porque no queremos que nadie intervenga en lo que corresponde a las decisiones de los mexicanos. Es un principio que siempre se ha aplicado en política exterior .
Con información de La Jornada.