En la primera compra consolidada de medicinas, 62 por ciento de las claves se declararon desiertas, la mayoría debido a que personal del Instituto Mexicano del Seguro Social que evaluó las propuestas de las empresas las descalificó porque supuestamente no cumplían con los requisitos técnicos. Era falso; en realidad hubo presión para que los contratos se asignaran a laboratorios que estaban en segundo lugar, pero eran los de siempre, que ofrecían sus productos a precios más elevados, afirmaron funcionarios de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Cuando se pidió a los dictaminadores que firmaran y colocaran su cédula profesional en las resoluciones, nadie lo quiso hacer. Eso llamó la atención de las autoridades, y más cuando hubo la insistencia de asignar los contratos a los segundos lugares de cada clave.
Para la nueva compra de medicamentos y material de curación para cubrir las necesidades de 2020, se tomarán medidas para blindar el proceso. Los dictaminadores se necesitan, pero será requisito la firma y cédula profesional que avalen los dictámenes.
Las bases de la licitación se publicarán en las siguientes dos a tres semanas, una vez que se revise la demanda planteada por estados e instituciones de salud. Y es que también ahí se detectaron irregularidades, pues se ha pedido de más y en ocasiones productos que no son las mejores opciones terapéuticas.
En otros casos no se han tomado medidas para mejorar las condiciones de compra para el Estado. Integrantes de la Secretaría de Salud pusieron el ejemplo de los anticonceptivos. Hay dos grandes productores de los implantes subdérmicos que tienen calidad equivalente. En años pasados, los contratos se dividían entre ambas empresas. Ahora habrá competencia y tendrá el contrato la que ofrezca el mejor precio.
Los funcionarios comentaron a La Jornada que se pone especial atención a los productos de grupos terapéuticos que representan 80 por ciento de la inversión federal. Estos son los que tratan el cáncer, afecciones cardiovasculares, metabólicas (diabetes), infecciosas (VIH o hepatitis), los anticonceptivos y materiales de curación.
Explicaron que con base en el Nuevo compendio de medicamentos, que sustituye al Catálogo de medicamentos del sector salud, ya se ha eliminado un tercio de las claves, la mayoría de las cuales se incluyeron a propuesta de la industria farmacéutica.
Demanda racional
Recalcaron que el gobierno federal comprará todo lo que cada paciente necesite. La primera consideración no es el precio. Por eso la importancia de que haya una demanda racional de insumos.
Los funcionarios puntualizaron que la mayoría de las claves declaradas desiertas en el primer ejercicio de compra consolidada de este gobierno ya se asignaron en una nueva licitación. Sólo quedaron 358 pendientes, sobre las cuales se pidieron cotizaciones a los fabricantes.
A la SHCP y la Ssa llegaron pocas propuestas, pero luego de que se tomó la decisión de comprar metotrexato en el extranjero y sobre todo a partir de que el producto llegó al país, se volcaron las ofertas para las 358 claves mencionadas, señal de que los fabricantes ya entendieron que la decisión del gobierno es comprar donde sea que pueda obtener mejor calidad y precio.
Lo más importante es que el gobierno no está en pleito con las farmacéuticas; al contrario, tiene el objetivo de promover a la industria nacional y garantizar la equidad en una competencia abierta, subrayaron los funcionarios.
Con información de La Jornada.