Dormir las horas adecuadas es tan importante para nuestro cuerpo como llevar una dieta balanceada o efectuar actividad física, pues entre las funciones del sueño se encuentra mantener en equilibrio los sistemas inmunológico, cardiovascular, metabólico y neurológico.
Cuando nos mantenemos despiertos el cuerpo activa su sistema de alerta, lo que aumenta la secreción de adrenalina, esto provoca un incremento en la frecuencia cardiaca, sudoraciones, palpitaciones, dolor de cabeza, ansiedad, angustia e irritabilidad.
Además, cuando no se duerme lo suficiente (privación del sueño) nuestro apetito aumenta y al comer más se corre el riesgo de tener un desequilibrio de la glucosa en sangre o en otros parámetros metabólicos, lo que puede contribuir en el desarrollo de enfermedades como diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia, entre otros.
Para evitar alteraciones del ciclo del sueño, sigue estas recomendaciones:
Acostarse y levantarse a la misma hora.
No consumir café o alcohol por la noche.
Evitar la actividad física tres horas antes de acostarse.
Optar por una merienda ligera.
Contar con un dormitorio cómodo, oscuro, tranquilo y que no esté demasiado cálido, ni muy frío.
Evitar el uso de pantallas tres horas antes de acostarse.
Consultar al médico en caso de manifestar algún problema para dormir.