El 13 de septiembre de 1973 todo estaba previsto para que la exposición Orozco, Rivera y Siqueiros, Pintura mexicana, fuera inaugurada en el Museo Nacional de Arte de Santiago de Chile.
La muestra, integrada por 169 obras de la colección de Alvar Carrillo Gil, no pudo abrir al público, debido a que dos días antes se llevó a cabo el golpe de Estado en contra del presidente Salvador Allende.
A pesar de que el museo sufrió el ataque de las metralletas de las fuerzas armadas chilenas, las obras resultaron ilesas y pudieron salir sanas y salvas del país sudamericano 15 días después.
45 años después de este periplo, esta exposición que quedó pendiente, se presenta en México, con 60 de las 169 obras que incluía la muestra original de 1973, pero aderezada con la documentación de este relato trágico.
La exposición en el Carrillo Gil es una versión que busca incorporar en las salas de este recinto al Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, por lo que se siguió el guion curatorial de Fernando Gamboa, quien en los años 70 organizó dicha muestra.
La Exposición Pendiente, que por muchos años se intentó concretar, finalmente está en su casa, el Museo de Arte
Carrillo Gil, donde además de las 60 obras de Siqueiros, Orozco y Rivera, se presenta una serie de documentos que son parte del corazón de la muestra.
Organizada para celebrar el 25 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Chile, país donde se presentó la muestra en 2015, en el mismo sitio en el que se montó en 1973 como parte de las celebraciones por el tercer año de gobierno de Salvador Allende.
Hasta el 5 de mayo, se podrá disfrutar de Orozco, Rivera, Siqueiros. La Exposición Pendiente, que presenta una historia tan particular con piezas que difícilmente podrán volverse a reunir.