Un par de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente de la UNAM crearon un popote con un bioplástico hecho con cáscaras de mango para sustituir a los hechos de plástico convencional. Se trata de una opción biodegradable para el momento en que entre en vigor la Ley de Residuos Sólidos en el 2020, que prohibirá el uso de bolsas de plástico, desechables de unicel y popotes.
Itzel Paniagua y Alondra López ingresaron al club de química del CCH Oriente para desarrollar un proyecto que ayuda al medio ambiente.
“Primero inicio en la clase con la unidad de los polímeros y luego vimos el video la tortuga y fue donde dijimos el planeta está muy afectado por la contaminación, una alternativa es el bioplástico y fue donde comenzó la investigación”, explicó Alondra.
Las estudiantes aseguran que un popote hecho con cáscara de mango es igual de resistente que uno de plástico, pero tiene muchas más ventajas.
“El plástico normal tarda hasta 100 años, nuestro bioplástico es 100 natural, ya que el día que lo dejemos de utilizar o ya no nos sirva, lo podemos enterrar o poner en agua y de todas maneras se va a degradar, de cuatro a seis meses tarda degradarse”, señaló Itzel.
Las jóvenes tardaron un año en perfeccionar el bioplástico, apoyadas por sus profesores.
“Les dije: ‘a investigar, yo no les voy a hacer el trabajo, ustedes van a investigar todo, yo las voy guiando’ ”, destacó Cecilia Espinosa, profesora de química del CCH Oriente.
Una vez que entre en vigor la Ley de Residuos Sólidos, las estudiantes buscarán comerciar el popote hecho con cáscaras de mango.
“La UNAM nos va apoyar para la patente, para que se pueda llevar a la industria, nosotros nos especificamos más bien en los popotes, pero no descartamos hacer bolsas y desechables para que no contamine”, agregó Itzel.
Con información de En Punto.