Defensoras de Juan Sarabia interpusieron queja en la CNDH.
El 19 de octubre del 2021 Las Mujeres Defensoras del Territorio y el Agua, del Balneario Público El Chorro ubicado en la Comunidad de Juan Sarabia del Municipio de Othón P Blanco, en el Estado de Quintana Roo interpusieron una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos derivado de la inacción de las autoridades estatales y municipales quienes en contubernio con el Comisariado Ejidal de Juan Sarabia han permitido las amenazas de muerte, agresiones, despojo y privatización de las aguas nacionales.
Lo anterior estaba basado y fundado en la LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA en su CAPÍTULO IV DE LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL
ARTÍCULO 18.- Violencia Institucional: Son los actos u omisiones de las y los servidores públicos de cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres así como su acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia.
ARTÍCULO 19.- Los tres órdenes de gobierno, a través de los cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, tienen la obligación de organizar el aparato gubernamental de manera tal que sean capaces de asegurar, en el ejercicio de sus funciones, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
ARTÍCULO 20.- Para cumplir con su obligación de garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, los tres órdenes de gobierno deben prevenir, atender, investigar, sancionar y reparar el daño que les inflige.
Los actos a los que hemos hecho referencia contravienen los derechos humanos siguientes:
La violación del ejercicio de nuestro derecho a vivir una vida libre de violencia, ya que el hecho de que el Comisariado Ejidal Marco Antonio Jiménez Potenciano nos haya amenazado de muerte en frente del Presidente Municipal, siga acosándonos, hostigándonos e intimidándonos para que desistamos de darle seguimiento a los diversos trámites legales para evitar que despoje y privatice el Balneario Público El Chorro a la misma comunidad, a pesar de estar debidamente denunciado y se hayan emitido medidas de protección y cautelares a nuestro favor seguimos siendo perseguidas y criminalizadas, hemos acudido a todas las instituciones de gobierno Federal, Estatal y Municipal, en ningún lado nos ayudan, ejerciendo violencia institucional en nuestra contra, esas acciones persiguen minar la efectividad del derecho de acceso a la justicia y generan un contexto de riesgo para quienes lo ejercen en lugar de cumplir su obligación constitucional de promover el ejercicio de los derechos humanos adoptando medidas positivas en defensa de los mismos;
El acceso libre y gratuito a ríos, mares, playas, lagunas, lagos, esteros y ojos de agua que son propiedad de la nación, por ende le pertenece a todos y todas las mexicanas, ya que el Ejido de Juan Sarabia indebidamente se ha tomado la atribución sin que medie orden de un juez de prohibir el paso a las Mujeres Defensoras, además de cobrar por el ingreso sin que tengan un titulo de concesión otorgado por la SEMARNAT violando así el derecho al libre tránsito.
El derecho aun medio ambiente sano, ya que hemos denunciado en reiteradas ocasiones ante la PROFEPA que las Autoridades Ejidales, están usando y explotando el Balneario Publico El chorro sin contar con los permisos de las autoridades ambientales correspondientes, en donde abrieron caminos devastando la flora y fauna del lugar, dañando vestigios arqueológicos, realizando descargas de aguas negras en el manto freático, alterando el cauce natural de las aguas además de contaminar esa área natural que deseamos proteger para conservarla para las futuras generaciones.
De igual manera sobre los derechos de los pueblos indígenas, puesto que entre las Defensoras del Balneario Público El Chorro de Juan Sarabia que conformamos el Comité Ciudadano para la Defensa, Administración, Limpieza, Conservación y Preservación del Balneario Público El Chorro ubicado en la Comunidad de Juan Sarabia, Municipio de Othón P. Blanco, en el Estado de Quintana Roo y que nos encontramos en la lucha por evitar el despojo y su privatización se encuentran algunas que pertenecen a comunidades mayas, desde donde se lucha contra los estereotipos y roles de género y se apoya a las mujeres que son víctimas de diversos tipos y modalidades de la violencia;
El derecho al sano esparcimiento de niñas, niños y adolescentes, ya que el único lugar dentro de la comunidad donde pueden acudir a distraerse, descansar, jugar, bañarse, estar en contacto con la naturaleza, divertirse , convivir y realizar actividades recreativas sin riesgo a contraer el COVID-19 por encontrarse al aire libre, es el Balneario Público El Chorro, pero actualmente el Comisaria Ejidal prohíbe el ingreso de forma indebida a los hijos e hijas de las Defensoras, para el resto de la comunidad les hace pagar una cuota económica elevada para poder ingresar que no pueden cubrir debido a los limitados recursos de sus madres y padres, muchos incluso están sin ninguna fuente de ingresos o han perdido su trabajo. El negarles el acceso a un lugar publico atenta contra el libre desarrollo de la personalidad de los menores.
El derecho a la integridad personal, ya que a pesar de contar con medidas de protección y cautelares, las autoridades de Seguridad Pública de Quintana Roo se encontraban debidamente notificadas de las intenciones del Comisariado Ejidal de desalojarnos con violencia del Balneario Público El Chorro y lo permitieron sin ser la autoridad competente para determinar a quien le asistía la razón, protegieron a los agresores en vez de a nosotras quienes somos las víctimas del delito de amenazas y lesiones, esto afecta nuestra integridad, al limitar el ejercicio pleno de muchos otros derechos; y sentir que los violentadores están actuando en contubernio con las autoridades mediante actos de corrupción e impunidad.
Los derechos de las personas de la tercera edad, pues en la lucha por el Balneario Publico El Chorro están presentes mujeres y hombres de edad avanzada, sobre las que todas las violaciones anteriores tienen un impacto especialmente acentuado.
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