Este jueves por la tarde, agentes de la Patrulla Fronteriza localizaron en el río Bravo o río Grande (como se le conoce en México y Estados Unidos, respectivamente) el cuerpo de un bebé de diez meses que habían reportado como desaparecido tras el naufragio de la balsa donde viajaba con otras ocho personas, en un intento por cruzar la frontera y llegar a Estados Unidos.
Las autoridades de inmigración lograron rescatar a cinco de las nueve personas del grupo, pero aún hay tres personas desaparecidas: un hombre y dos niños, de seis y siete años, dijo el jueves por teléfono el agente supervisor de la Patrulla Fronteriza, David Vera.Los ahogamientos y rescates de migrantes son comunes en el río, pero su número ha aumentado desde octubre por una oleada de familias centroamericanas que intentan cruzar el río Grande, a menudo en balsas improvisadas y repletas.
Solo en el sector de Del Río, la Patrulla Fronteriza ha rescatado a más de 200 personas desde octubre, nueve veces más que el año anterior, y hay registro de cinco muertes, según datos del sector.La primavera es la época más peligrosa del año para cruzar el río, ya que su flujo aumenta por la escorrentía de los embalses para abastecer a granjas y ciudades.
“Con el aumento de los niveles de agua, el río corre más rápido y más alto de lo normal, lo que hace que cualquier intento de cruzarlo sea aún más traicionero”, dijo el jefe de la Patrulla de Del Río, Raúl Ortiz, la semana pasada después del rescate de 63 migrantes durante tres incidentes en abril.
Con información de Azteca América.